sábado, 26 de marzo de 2016

SISTEMA LINFÁTICO Y SISTEMA DIGESTIVO


Vielka Castillo 4-792-2371






















Los  dos se encargan de purificar los desechos del organismo son dos sistema diferente aunque paralelos.

No se considera parte del sistema circulatorio, pero si parte del sistema cardiovascular humano, y una de sus funciones es llevar linfocitos, que actúan como anticuerpos para destruir sustancias extrañas del torrente circulatorio. También transporta grasas del intestino al torrente sanguíneo y defiende al organismo de bacterias y virus a través de los leucocitos.

El sistema linfático está formado por capilares circulatorios o conductos en los que se recoge y transporta el líquido acumulado de los tejidos de los vertebrados y es llevado hasta el sistema venoso; estos capilares se unen con el torrente sanguíneo propiamente dicho.

El sistema linfático tiene una importancia primordial para el transporte hasta el torrente sanguíneo de lípidos digeridos procedentes del intestino, para eliminar y destruir sustancias tóxicas, y para oponerse a la difusión de enfermedades a través del cuerpo.

Los capilares linfáticos son la parte del sistema linfático encargada de recoger los líquidos tisulares, y su estructura es similar a la de los capilares sanguíneos. Los capilares linfáticos que recogen los lípidos digeridos en las vellosidades intestinales se conocen como quilíferos. Los capilares linfáticos son más permeables que los capilares sanguíneos y permiten el paso de partículas de mayor tamaño que las que atravesarían las paredes de los capilares sanguíneos; las grandes proteínas que se producen como resultado de la degradación de los tejidos entran en los vasos linfáticos para ser eliminadas de los tejidos.

Los capilares linfáticos se unen para formar conductos más grandes que se entrelazan con las arterias y con las venas. En estos conductos más grandes, que son similares a venas dilatadas y finas, la linfa es transportada por los movimientos musculares del cuerpo en su conjunto; a lo largo de dichos conductos existen válvulas colocadas de forma regular, que evitan el retroceso de la linfa.


El sistema linfático no es un sistema separado del organismo. Se considera parte del sistema circulatorio porque lo constituye la linfa, un fluido móvil que proviene de la sangre y vuelve a ella por medio de los vasos linfáticos. La linfa transporta algunos nutrientes, especialmente grasas, y distribuye los glóbulos blancos por el organismo. 


¿Qué son los electrolitos?

El torrente sanguíneo contiene muchos químicos que regulan funciones importantes del cuerpo. Esos químicos se denominan electrolitos. Cuando se disuelven en agua, se separan en iones con carga positiva y en iones con carga negativa. Las reacciones nerviosas del cuerpo y la función muscular dependen del intercambio correcto de estos electrolitos dentro y fuera de las células.

Algunos ejemplos de electrolitos son: calcio, magnesio, potasio y sodio. El desequilibrio electrolítico puede causar distintos síntomas.

Valores normales en adultos

Calcio:             4,5-5,5 mEq/L

Cloruro:           97-107 mEq/L

Potasio:           3,5-5,3 mEq/L

Magnesio:       1,5-2,5 mEq/L

Sodio:             136-145 mEq/L

¿Cuáles son algunos de los síntomas de desequilibrio electrolítico que hay que tener en cuenta?

Como se describió anteriormente, un desequilibrio electrolítico puede crear muchos síntomas. Estos síntomas se basan en el nivel de electrolito afectado.

Si los resultados del análisis de sangre indican niveles alterados de potasio, magnesio, sodio o calcio, puede experimentar espasmos musculares, debilidad, espasmos o convulsiones.

Los niveles bajos en los resultados de los análisis de sangre pueden provocar: latidos irregulares, confusión, cambios en la presión sanguínea, trastornos del sistema nervioso o a largo plazo, en los huesos.

Los niveles altos en los resultados de los análisis de sangre pueden provocar: debilidad o espasmos musculares, entumecimiento, fatiga, latidos irregulares y cambios en la presión arterial.

¿Cómo se diagnostica el desequilibrio electrolítico?

Por lo general, un desequilibrio electrolítico se diagnostica según la información que se obtiene mediante:

La historia de los síntomas.

Un examen físico del médico.

Resultados de análisis de orina y sangre.

Si hay otras anormalidades basadas en estos estudios, el médico puede sugerir exámenes más exhaustivos, como un electrocardiograma. (Los niveles muy altos o bajos de potasio, magnesio y/o sodio pueden afectar el ritmo cardíaco).


Si el desequilibrio electrolítico se produce por problemas renales, el médico puede solicitar una ecografía o una radiografía de los riñones.



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