Sistema
linfático y sistema digestivo, su relación
El sistema linfático en los
animales es una red de conductos que transportan un líquido claro llamado linfa
(del latín, agua clara). También incluye el tejido linfoide y los vasos
linfáticos, a través de los cuales la linfa se desplaza por un sistema de una
única dirección en el que la linfa fluye solo hacia el corazón. El tejido
linfoide se encuentra en muchos órganos, especialmente en los ganglios
linfáticos y en los folículos linfoides asociados con el sistema digestivo,
como las amígdalas.
Las amígdalas poseen un papel inmunitario al
reducir el riesgo de infección de microorganismos que ingerimos por la boca,
asi la cantidad de microorganismos que puede haber en los alimentos es reducido
por las amígdalas, estas se encuentran a nivel de la faringe, se encuentran al
menos cinco zonas de órganos
linfoides, es decir, órganos que tienen un papel defensivo
contra gérmenes. Hay uno a la altura de la nariz ("vegetaciones"),
dos justo al final de la lengua a ambos lados (amígdalas o "anginas")
y otras dos también arriba justo en la salida de la trompa de Eustaquio que
viene directamente desde el oído hasta la faringe. A la altura del comienzo del
esófago está la epiglotis,
un cartílago que se encuentra encima de la laringe.
Dentro del sistema linfatico
también podemos encontrar un órgano que tiene una función digestiva e
inmunológica a la vez, hablamos del bazo, Nuestro bazo tiene una función
esencial en la digestión y en el sistema inmunitario. Tiene el tamaño de un
puño y se encuentra en el lado izquierdo del abdomen, justo debajo de las
costillas. Puede que alguna vez se te haya inflamado, o puede que nunca hayas
notado su existencia. Sea como sea, siempre es adecuado saber un poco más sobre
nuestro cuerpo y cómo cuidarnos.
Seguramente hayas oído alguna vez que a
determinadas personas les han extirpado el bazo. Ya sea por algún accidente o
por alguna enfermedad. ¿Qué ocurre entonces, es este órgano tan indispensable?
La verdad es que sí. Las personas que viven sin él son más proclives a las
infecciones y a determinadas enfermedades, debido a su íntima relación con el
sistema inmunológico, de ahí que sea indispensable mantenerlo sano y fuerte.
Durante la digestión, el bazo transforma alimentos
y transporta nutrientes. Además de ello, es esencial para crear depósitos de
hierro y para almacenar plaquetas.
Hablando también de los nódulos linfáticos
o folículos linfáticos que son un depósito de tejido linfático,
incluido en fibras elásticas y músculo liso
y que, a diferencia de los ganglios linfáticos, no tienen una cápsula de tejido
conectivo.
Los nódulos linfáticos se
disponen de varias formas en el organismo: aislados en la lámina propia y
submucosa de los órganos de los sistemas digestivo, respiratorio y
genitourinario, formando estructuras más complejas, asociadas con el tubo
digestivo (como las amígdalas, las placas de Peyer en el intestino y el
apéndice cecal) y constituyendo los órganos linfáticos como el bazo y los
ganglios linfáticos.
Los nódulos linfáticos
transportan un líquido claro llamado linfa que es un líquido transparente que
recorre los vasos linfáticos y generalmente carece de pigmentos.
La linfa
realiza tres funciones:
- Recolectar y devolver el líquido intersticial a la sangre
- Defender el cuerpo contra los organismos patógenos
- Absorber los nutrientes del aparato digestivo y volcarlos en las venas subclavias
Autor:
Julio Cesar Miranda 4-791-831, Enfermería 2do año.
Profesor:
Luis Ayarza.
Curso:
Anatomía y Fisiología Humana II Parte.
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